
Cervecería Rodamari
Tapas y más tapas con tu caña en este bar que destaca por su buen trato. Es bastante espacioso además, y limpio. En resumen, totalmente recomendable.


Bar Los Amigos
Similar a “Lus Enemigus” de enfrente. No esperes tapas elaboradas ni caras, pero sí salir cenado con caña y media. Eso sí, prepárate para mucha gente.


Bar Docamar
Famoso por sus patatas bravas, tanto que puedes comprar el bote con su salsa brava secreta. Eso sí, no esperes nada más variado de tapa. El local es inmenso e incluso la gente del barrio suele ir a pedir comida para llevar.


A’ Conchiña
Buenas tapas sin que te conozcan, pero la cantidad va aumentando a medida que les visitas más días. Las bravas no tienen nada que envidiar a las del cercano bar Docamar. La especialidad de este local son los platos gallegos.


Bar Lus Enemigus
Con decir que salimos tan llenos que no pudimos visitar “Los Amigos” de enfrente, creo que es suficiente. Uno de los bares de tapas por excelencia de Madrid. Eso sí, muchísima gente los fines de semana.

Bar El Paso Doble
Uno de los mejores bares de la zona. Tienen una amplia terraza abierta durante todo el año, en la que se sirven unas buenas tapas. Además, sirven menús diarios y cervezas de importación. Muy recomendable.

Bar El Callejón de Álvarez Gato
Un bar sorprendente en Ciudad Lineal. Nada que ver con los que le rodean: puedes tomar tanto cañas con tapas razonables, como copas de calidad y con buena música.

Bar Los Aperitivos
Bar del mismo corte que “Los Amigos” y “Los Enemigos”, es decir, mucha variedad de tapas con tu caña. Pero en este caso, tanto la calidad como la cantidad de las tapas son peores. Además, 2,50 euros por la jarrita de cerveza nos parece excesivo.

Bar El Rincón de Ana
Bar de barrio que sirve muchísima cantidad de tapa con tu caña. Auténtico, si ven que te quedas con hambre te sirven más. La única pega es que es algo difícil de localizar, y, en ocasiones, la excesiva fritanga.

Bar Sapama
Habrá mucha gente a la que no le guste el conocido Bar Sapama. A nosotros siempre nos molesta estar obligados a beber un tercio (no hay cañas pequeñas), y la calidad de las tapas es baja, pero reconocemos que ese ambiente de barrio y abuelos nos conquista.
